Imagine la Cuba de 1959. El país suma un millón largo de analfabetos y vive encerrado en un círculo vicioso de monoproducción y subdesarrollo. La revolución ha triunfado, y en lo político comienza a ensayar un camino propio, pero sin librar –y ganar– su primera gran batalla contra la ignorancia, todo cuanto haga será en vano.
Organizarla es responsabilidad de un joven de 29 años recién cumplidos, se llama Armando Hart Dávalos, es abogado y posee una cultura enciclopédica. Pasó en prisión los últimos 11 meses de la tiranía batistiana, por su responsabilidad como coordinador nacional del Movimiento 26 de Julio, liderado por Fidel Castro. En 1956, estando ya en la clandestinidad, se casó con Haydée Santamaría, una de las protagonistas de la revolución triunfante, quien hasta su muerte dirigir...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate