Existe un
principio filosófico que explica la naturaleza
espiritual de la belleza y sostiene que tanto la artística como la natural “le
hablan” al espíritu. El conocimiento estético sería, de este modo, una
adecuación del pensamiento y del signo, un signo nuevo, original, cuya
perfección está en su carácter simbólico.
David
Foenkinos (descendiente de judíos norteafricanos nacido en París en 1974)encontró
en la belleza del arte el tema de su nueva novela. Principalmente en el alivio
que pueden encontrar los desconsolados del mundo en esa forma de belleza. A la
hora de contarnos la tragedia de Camille –uno de los personajes centrales de Hacia
la belleza–, apunta el narrador: “Frente a un cuadro no somos juzgados, el
intercambio es puro, la obra parece entender nuestro dolor y nos consuela a
...
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