Carlos1 entregó dos toros en el campo del entonces intendente de Soriano, Guillermo Besozzi. El transporte no era gratis. Carlos acordó un trueque en especias para terminar una obra que tenía pendiente: 3 metros de granza y 2 metros de arena. Besozzi podría haber ido a la barraca, encargado el material y pagado con su tarjeta. Pero eligió otro camino. Le ordenó al director de obras Pedro Nocetti que se hiciera cargo del asunto. Nocetti y Carlos acordaron que este pediría una donación de materiales al municipio de Dolores y que, una vez iniciado el trámite, el intendente autorizaría la entrega. Diez días después, el Gringo Besozzi llamó a Carlos para darle la buena noticia: «Mañana te llevan las cosas, hermano». Le explicó que el trámite se demoró en el municipio, y que tuvo que pedir el ex...
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