Si la frase de Esquilo sobre la verdad como primera víctima de la guerra fuera cierta, se debería concluir que está en curso una verdadera conflagración en América Latina, con epicentro en el siempre caldeado Caribe, pero esta vez no en sus islas, sino en la franja continental sudamericana. Las reacciones a la sentencia contra el opositor Leopoldo López y la tensa situación fronteriza entre Venezuela y Colombia parecen dos frentes del mismo conflicto, deflagrados de modo simultáneo, como si uno fuera una suerte de maniobra de distracción para camuflar al otro.
Sobre la sentencia judicial se han escuchado asertos antagónicos, las más de las veces motivados por cuestiones ideológicas con escaso asidero en la realidad. Pero lo que más sorprende son los silencios, sobre todo los de los medios ...
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