La investigación de la agencia británica Reuters fue referida, con distintos grados de confiabilidad, hace cosa de unos días por un gran número de periódicos occidentales. Mendigos o indigentes japoneses estarían siendo contratados por menos de unos cien dólares diarios para limpiar los residuos radiactivos –escombros, ruinas, suelos– legados por el desastre nuclear de 2011 en Fukushima y las extensas zonas afectadas en el noreste de Japón.
El monto, menor a un salario mínimo, no incluye hospedaje ni viático alguno, por lo que en rigor esos doblemente condenados a muerte pasan sus noches en la calle o en el subte y logran costearse poco más que el alimento diario. En el fondo de esta “noticia” asqueante y sensacionalmente rentable se esconde la turbia madeja de contrataciones y subcontra...
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