Lo de siempre expuesto como nunca
Un poco de buena memoria y una recorrida nocturna por la rambla del puerto de Punta del Este permiten una visión más equilibrada de lo que algunos medios anunciaron como “desbordes, descontrol y excesos de todo tipo”. Hace no más de veinte años la calle Gorlero era sinónimo de glamour, espacio para la exhibición de la crema y nata del turismo argentino, paseo comercial con importantes tiendas y punto de encuentro de gobernantes y artistas porteños en sus coquetas confiterías. Era, también, escenario de fieras batallas entre jóvenes uruguayos y argentinos. Separados por la calle principal, aglutinados entre la 27 y la 30, los hermanos rioplatenses se agredían con cánticos de barrabrava. Atravesar el límite territorial, cruzar hacia campo enemigo, desataba ...
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