—Doscientos números, 15 años, frecuencia mensual. ¿Cómo surgió.?
—El antecedente se remonta a los albores de Banda, años setenta, cuando con Heber Raviolo armamos un plan de edición de libros para niños que la dictadura cortó. Igual nos dimos el gusto de publicar a autores como Luis Neira, José María Obaldía, el poeta Julio Fernández con El girasol de la mañana, Aldo Faedo, y dibujantes que hacían historia, como Horacio Añón, Peri, por mencionar a dos. Editábamos de 15 mil a 20 mil ejemplares anuales de Perico, de Juan José Morosoli, un barraquero de Minas que había llegado hasta tercer año de escuela. Recuperada la democracia estuvimos, hasta 1995, adaptándonos al nuevo panorama y al deseo de la gente de leer todo lo que no había podido, entre otras cosas para entender qué había pasado. Por 1998 retomamos la vocación de publicar contenidos para niños, y pensamos en una revista que contuviera, primero, información escolar, siempre indispensable para padres y maestros, y luego compactara y tradujera a un lenguaje accesible para un niño el caudal de conocimiento sobre Uruguay que acumulamos en 3.500 títulos y 54 años de vida.
—Tenemos una oferta respetable, en país chico, de revistas para niños: El País Escolar, Charoná, en su momento Moñita Azul, ¿qué distingue a La Mochila?
—Primero sus 40 páginas en papel satinado y coteado de alta calidad, e impreso a cuatro tintas. Luego el cuidado y revisión, por expertos, de los contenidos, y englobando esto la actitud de abrirnos a una generación joven de buenos escritores y dibujantes uruguayos que innovan permanentemente. Desafiamos a los gurises a profundizar en las múltiples dimensiones de nuestra realidad como país, desde la histórica, geográfica, científica, natural y ambiental, hasta la artística en todas sus ramas. En este marco, no promovemos a la estrellita musical adolescente de turno, ni a la última superproducción de los estudios Disney. Lo cual no significa que excluyamos a las tecnologías de la comunicación, o reneguemos del cómic. Renzo Vayra publicó en La Mochila cuentos clásicos uruguayos adaptados al cómic, en marzo el ilustrador Sebastián Santana y la profesora Silvia Soler propondrán un acercamiento lúdico a la historia de la pintura uruguaya, y también a partir de marzo La Mochila incluirá un código QR que permitirá al niño acceder, desde su celular, a un juego en el que irá conociendo aves autóctonas.
—¿Silvia Soler es profesora de historia?
—De literatura, y periodista; coordina la Mochila y ha liderado, junto a gente de la Facultad de Ciencias, la edición de nuestros libros sobre prehistoria de Uruguay, aparte de artículos sobre la disciplina.
—La revista tiene 5 mil suscriptores.
—Oscilan entre 5 mil y 7 mil, también se vende en quioscos, y hemos regalado ejemplares en las escuelas; no tenemos la posibilidad de que gozan publicaciones similares, de anticipar nuestros contenidos en televisión.
—¿Esos suscriptores financian la totalidad de la edición?
—La financian raspando, y a la vez son nuestra sangre, porque nunca tuvimos ni tendremos, creo, avisos.
—¿A qué sección o temas de la revista son más afines esos fieles?
—Mirá, esto es a intuición pura.
—Pero las devoluciones, en 200 números, habrán dibujado un mapa.
—Recibimos menos devoluciones de las que desearíamos. La mayoría de esos suscriptores son maestros que respaldan y multiplican el material, y nos piden herramientas de trabajo. Al punto de que vamos a incluir un espacio donde les pasaremos “piques” para aprovechar la revista en la clase.
—Una vez le preguntaste a un poeta quién lee, hoy, poesía. ¿Qué niño lee, hoy, información escolar?
—Bueno, dedicamos “por ley” tres páginas de cada número a un autor de literatura infantil uruguaya, con su minibiografía, si cabe una entrevista, y un fragmento de su obra. Y a la información la busca, primero, el padre que llega a la casa luego de trabajar ocho o diez horas y el hijo le avisa que la maestra pidió, para mañana, información sobre José Pedro Varela.
—El juego y el deporte son aspectos relevantes en la vida de un gurí. ¿Qué contenidos de la revista los atienden?
—Tenemos el clásico espacio de adivinanzas, acertijos, desafíos. Y estamos atentos a todos los acontecimientos deportivos movilizadores, los Juegos Olímpicos, los compromisos de la selección de fútbol, el desarrollo de nuestros atletas, que a veces los propios niños entrevistan. Destacamos sus logros y, de paso, el esfuerzo que implica llegar a donde llegaron.n
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