Viejos hazmerreíres es una antología de grandes éxitos, pero con un total reordenamiento de las escenas, que han sido adaptadas para formar parte de una misma trasmisión de radio, la recordada “¡Radio Tertulia, nuestra opinión… y la tulia!”.
Así se verán en esta presentación1 en Montevideo las zarzuelas “Las Majas del Bergantín”, “Quién mató a Tom Mc Coffee” y “La cumbia epistemológica” intercalados con las enseñanzas del gurú Sali Baba, los delirios del hombre que vio a los marcianos y las canciones del imposible grupo London Inspection.
Ramírez y Murena, los disparatados locutores de Radio Tertulia, se encargan de las presentaciones y los comentarios de actualidad, desde la extradición de un narcotraficante a la fecundación asistida, pasando por la terrible telenovela “Alma de Corazón”. Esta nueva antología fue estrenada este año en el teatro Gran Rex de Buenos Aires y llega a Uruguay por primera vez.
Sin duda una de las leyendas escénicas de Argentina, Les Luthiers cuenta con 47 años de vigencia desde que estrenaron su primer show, pero su historia comienza varios años antes.
Su fundador fue Gerardo Masana (fallecido en 1973), quien junto a otros estudiantes participa en la creación del Coro de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires en 1958. La actividad coral era intensa y los festivales culminaban con entremeses humorísticos. Podían integrar ese coro estudiantes de otras facultades y así se fueron incorporando muchos de quienes terminarían siendo Les Luthiers. El coro logra gran éxito con una ópera que versiona Masana, y una decena de los participantes crean el grupo I Musicisti, entre los que además de Masana estaban Marcos Mundstock, Daniel Rabinovich, Carlos Núñez Cortés y Jorge Maronna, que se incorpora último. Precisamente éstos se separan del grupo en 1964, aunque Carlos Núñez lo hace más tarde, y comienzan a crear nuevos espectáculos que culminarán en el 67 con la primera aparición pública de Les Luthiers.
Con la ópera Il figlio del pirata, cuyo libreto había traído manuscrito su abuelo desde Barcelona, Masana comienza a impulsar en el coro el uso de instrumentos no convencionales. Con tubos de cartón, papel maché y las ruedas de un carrito inventa el bass-pipe a vara, instrumento que aún hoy, 50 años más tarde, sigue en escena. Núñez, que por entonces era estudiante de química, construyó el tubófono parafínico cromático, un instrumento de viento hecho con tubos de ensayo. Su afinación era tan precisa que, al escribir la partitura, Masana lo eligió para que llevara la melodía. Otros instrumentos desarrollados entonces, como el gom-horn y la manguelódica neumática, también siguen siendo empleados hoy por Les Luthiers, que consolidarán ese camino de creatividad y humor.
Sobre el final de la década del 60 casi todos terminan sus carreras profesionales: Masana es arquitecto, Rabinovich escribano, Carlos Núñez bioquímico, Maronna compositor y Mundstock locutor. En 1971 se integra Carlos López Puccio (licenciado en dirección orquestal) contratado para unos espectáculos que fracasan en taquilla y, como no podían pagarle, lo invitan a formar parte del elenco. También ese año ingresa Ernesto “Don Rodrigo” Acher (arquitecto) como reemplazo y luego invitado a permanecer en el elenco hasta que se retira en 1986. En 1973 fallece Gerardo Masana y a pesar de ese duro golpe, en esa década comienzan las giras internacionales. Luego vendrá el teatro Colón y una larga historia de calidad y éxito que no se ha detenido.
1. Auditorio Nacional Adela Reta. Del 11 al 15 de noviembre, a las 21 hs. El 16 de diciembre a las 18 hs.