Marguerite Duras (1914-1996) tenía 30 años cuando publicó su segunda novela, La vida tranquila (1944). Esta reedición de la editorial Mardulce tiene un interés adicional: la traducción de Alejandra Pizarnik. En los últimos años de su vida, Pizarnik tradujo textos de autores tan diversos como Pablo Picasso, Antonin Artaud, Friedrich Hölderlin o André Breton. Pocos datos hay –no hay prólogo o epílogo que aporte información al respecto– sobre esta traducción, pero la podemos ubicar entre sus traducciones más tardías: el libro fue originalmente publicado en 1972 por el Centro Editor de América Latina, el año del suicidio de Pizarnik. Y aunque quien escribe no puede evaluar la calidad de la traducción, la presencia de Pizarnik resulta palpable en cada palabra, en cada gesto de una narración que...
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