El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación acaba de publicar los Papeles de Pandora. Los ultrarricos, por supuesto, al menos 130 de los mil millonarios de la lista Forbes, aparecen en estos papeles. Quizás por eso sea más fácil comprender cómo, tras 17 meses desde el inicio de la pandemia, la riqueza de este selecto grupo ha crecido más que en los últimos 15 años y 325 nuevos miembros se han sumado a la lista.
Entre 2008 y 2017, la utilización de los paraísos fiscales se multiplicó por cuatro y creció al doble de velocidad de lo que lo hizo la economía mundial. Según el FMI, cerca de un 9 por ciento de la riqueza mundial está aparcada, oculta o transita por los paraísos fiscales.
Los paraísos fiscales son tóxicos y corrosivos para el sostenimiento de la democracia, una trampa que alimenta la desigualdad y un agujero de recursos públicos que impiden el sostenimiento de las políticas sociales. Cada moneda que se escapa a uno de estos territorios que hacen el juego sucio al resto del planeta no se invierte en hospitales, en sanidad pública, en infraestructuras ni en vacunas contra la covid.
Mientras, se multiplican las barreras legislativas o ideológicas que impiden poner los candados legislativos a la fuga hacia paraísos fiscales. Las medidas de urgencia deberían ser:
• No podemos seguir con listas negras de paraísos fiscales ineficientes y que resultan de un juego diplomático. Que al menos todos los territorios que tienen un 0 por ciento de impuesto a sociedades sean listados.
• Acabar con las sociedades offshore y romper con su poder creando un registro público que alcance a los propietarios reales, finales y efectivos de todas las sociedades pantalla y cuentas bancarias.
• Con casi la mitad de los beneficios empresariales mundiales declarados en paraísos fiscales, hay que aplicar un mínimo mundial en cuánto tributan. Un mínimo sería el 15 por ciento, pero deberíamos aspirar al menos al 21.
• Y es hora de que se ponga en marcha un plan de coordinación internacional para que los grandes patrimonios no sigan infragravados.
* Responsable de fiscalidad de Oxfam España. Tomado de El Salto, 3-X-21, por convenio. Brecha publica fragmentos.