De los 90 cadáveres palestinos devueltos entre el martes y ayer jueves por Israel como parte del alto el fuego patrocinado por Estados Unidos, la mayoría mostraba signos de ejecución sumaria y torturas. «Casi todos tenían los ojos vendados, estaban atados y presentaban disparos entre los ojos», declaró a la prensa internacional el doctor Ahmed al Farra, del Hospital Nasser de Gaza. Algunos de los cuerpos estaban calcinados y uno de ellos tenía una soga atada al cuello. Otros tenían «cicatrices y manchas de piel que indican que fueron golpeados antes de ser asesinados, así como signos de maltrato físico tras su muerte». «Algunos habían sido aplastados por tanques», agregó el médico, lo que recuerda declaraciones previas tanto de soldados israelíes como de testigos palestinos sobre la prácti...
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