Luz natural de libros - Semanario Brecha
Cultura Suscriptores

Luz natural de libros

En una ondulación arquitectónica de la calle Camacuá, amplios ventanales tienden al Plata 21.830 libros. Son el acervo de la biblioteca de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (Aebu), a la que cualquier persona puede asociarse por 315 pesos mensuales, concurrir todo el verano1 y conocer a la docente Mercedes Perera, la educadora Alicia Gómez y la bibliotecóloga Mabel Fleitas, sus anfitrionas.

—Tienen una literatura muy capaz de competir con librerías.
—La literatura es el 70 por ciento del acervo, después hay, en repaso rápido: ciencias sociales, política, periodismo, historia reciente –todo lo que pidas sobre dictadura uruguaya–, artes plásticas, teatro, poesía, autoayuda, cocina. Es una colección que intenta satisfacer, con diversidad, a un público amplio.
—¿Cuándo y por qué nació la biblioteca?
—Aebu tiene 72 años y la biblioteca se abrió en 1957, a instancias, entre otros, de ese gran crítico teatral, ensayista y bancario que fue Jorge Pignataro Calero. Adquirió su identidad definitiva cuando comenzó a funcionar, a fines de los sesenta, en la actual sede del sindicato, orgullo arquitectónico montevideano diseñado por el arquitecto Rafael Lorente, con frente a la calle Recon...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Acento Suscriptores
Maduro asume un nuevo gobierno en Venezuela

Cívico-militar

Acento Suscriptores
El FA y su incomodidad frente a la Venezuela de Nicolás Maduro

La permanente

Edición 2043 Suscriptores
Medios concentrados, fútbol y un decreto exprés

Paquete cerrado

Edición 2043 Suscriptores
INCIPIENTE DISCUSIÓN SOBRE LA REGULACIÓN DE LAS REDES SOCIALES

Desatame de este enredo

Edición 2043 Suscriptores
ASSE opera tres veces menos que los seguros privados y la mitad que las mutualistas

Morir en la fila