Cinco días de visita oficial a Madrid le bastarán a Mauricio Macri para recomponer relaciones económicas con España y fortalecer los lazos con la entente de la derecha internacional liderada por el Partido Popular y sazonada con la verba del Nobel de literatura, Mario Vargas Llosa. El martes 21 el presidente argentino aterrizó en Madrid con una comitiva que incluye a cuatro ministros, al gobernador salteño y amigo, Juan Urtubey, a casi doscientos empresarios de grandes marcas y hasta a dos dirigentes sindicales.
El punto central del viaje es la restauración de los vínculos de comercio que, según España, quedaron lesionados por el kirchnerismo tras la vuelta al Estado de Aerolíneas Argentinas e Ypf por expropiación. El embajador en Madrid, Ramón Puerta –un latifundista de la yerba mate en Misiones– armó una agenda con grandes empresas españolas para el ministro de Producción, Francisco Cabrera. A él va a reclamarle Telefónica por un decreto que limita los negocios de la multinacional española y que beneficia al Grupo Clarín, el principal soporte mediático del macrismo para ganar las presidenciales de 2015. En enero Macri firmó un decreto a favor de Clarín para expandir su red de telefonía celular y quedarse con buena parte del mercado. Telefónica Argentina ya adelantó que acudirá a los tribunales para denunciar al gobierno. También la empresa española Gas Natural Ban y el Banco Santander Río tienen quejas para plantear a la comitiva argentina por los nuevos cuadros. Es que las promesas de Macri a empresarios que participaron del mini Davos de mayo pasado en Buenos Aires se superponen y colisionan con los intereses de las multinacionales asentadas en Argentina: se comprometió a abrir el mercado de capitales y el Santander ve peligrar algunas de sus cuentas empresariales, al igual que la proveedora de gas, que ya olfatea que puede quedar afuera del acuerdo de Vaca Muerta para la explotación de gas no tradicional, a favor de otros conglomerados extranjeros.
Con el presidente Mariano Rajoy, Macri busca aceitar el ingreso de productos del Mercosur a la UE. Desde 2001, poco antes de la caída del gobierno de Fernando de la Rúa, Argentina tomó como tarea llegar a un acuerdo Mercosur-UE, pero las cosas están estancadas. La idea es que en una sola jugada Argentina logre retomar la venta de biodiesel a España y sea este país quien ayude a levantar las restricciones que pesan sobre el combustible argentino desde fines de 2012 en varios países de Europa. Macri ya habló del tema con el brasileño Michel Temer y obtuvo el visto bueno.
El peruano Vargas Llosa tiene especial interés en reunirse con Macri, a quien ya le diagnosticó “un promisorio liderazgo regional”. Junto al escritor estará también el ex presidente español José María Aznar y los amigos comunes de la Fundación Libertad, una usina liberal que suele patrocinar los encuentros de la derecha continental latinoamericana con los españoles, cada año, en Buenos Aires.