Fueron lo que hoy se recuerda como “los sucesos del Filtro”, que dejaron inscrita en la historia uruguaya la suerte que corrieron Manueltxo Goitia, Luis María Lizarralde y Mikel Ibáñez, extraditados a España el 24 de agosto de 1994. Esa noche Fernando Morroni murió baleado por la Policía en la brutal represión de la manifestación contra la extradición, en las inmediaciones del hospital Filtro, desde donde fueron trasladados a un avión de Iberia los tres vascos acusados por España de ser miembros sanguinarios de Eta. Llevaban dos años en una detención de legalidad dudosa, mientras el gobierno español presionaba por su extradición, tanto con visitas diplomáticas como con millonarios créditos y donaciones a Uruguay. Goitia y sus compañeros también llevaban 13 días en su segunda huelga de hamb...
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