—No es frecuente encontrar un artista que, además de hacer, reflexiona y escribe sobre el hacer. En Uruguay ya publicaste Didáctica de la liberación [Hum, 2008] y Arte, Estado y no he estado [Hum, 2013]. ¿Cómo se conjugan estas dos vertientes?
—Yo soy un artista, pero no lo digo como cosa presuntuosa, sino por cuál es la escala de valores que utilizo para decidir si algo va o no va, y eso viene del arte. A veces me meto con un problema sociológico y es como artista, no para que me digan: «Ah, mirá qué buen o mal sociólogo es». Para mí, el arte no es una actividad, lo fue, porque venimos de esa educación, pero rompiendo fronteras, que es lo que más me gusta, en realidad estoy trabajando con conocimiento y no con materiales, y ahí entra todo. Para mí, el arte es más un resultado que proviene...
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