La manifestación como denuncia y como ritual de transformación colectiva.
Es jueves 14 de diciembre y para las 19.30 se convocó una ¡Alerta feminista! Pasó muy poco tiempo desde la última vez que los carteles, los parlantes y la gente llegaron a la plaza Cagancha, punto de encuentro y de partida. “Otra vez la noticia desgarradora. Otra vez el nudo en la panza, la asfixia en la garganta y el llanto en los ojos. Otra vez nos roban la vida. Otra vez una mujer.”1
“Araceli Umpiérrez, de 53 años, asesinada a puñaladas por su ex pareja Víctor Cruz, que luego se suicida.”2 Las alertas feministas nombran sus muertas, hacen vivo al grito, nombran los asesinos, escrachan a la indiferencia. Por su dramaturgia y sus características son una mezcla de manifestación de rechazo, denuncia, expresión guerrer...
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