Sin justificación, el 31 de marzo, con una hora de diferencia, fueron despedidos de Riogas y de Acodike 26 y 27 trabajadores, respectivamente: todo el turno vespertino. La explicación del Directorio de Acodike a sus trabajadores fue que la decisión era una estrategia: si Riogas, su competidor, bajaba los costos, ellos también debían hacerlo para llegar preparados a la licitación de ANCAP. Así lo explicó Andrés Guichón, presidente de la Asociación Laboral de Funcionarios de Acodike Supergás (ALFAS), en su comparecencia ante la Comisión de Legislación del Trabajo y Seguridad Social. Las razones de la decisión de Riogas habrían sido, según la empresa, «totalmente ajenas» a su voluntad, y habrían tenido que ver –según alegaron– con cambios en las condiciones contractuales y comerciales después...
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