Entre el domingo 17 y el lunes 18, tres organizaciones campesinas hondureñas decidieron ocupar tierras tras un largo e infructuoso proceso de intento de recuperación que fue respondido con violentos desalojos y encarcelamientos.
Los integrantes de la Asociación para el Desarrollo Campesino del Progreso (adcp) reingresaron la noche del domingo 17 a tierras que, aun habiendo sido expropiadas por el Estado a través del Instituto Nacional Agrario, se mantenían en explotación por la empresa Azucarera del Norte. Son 5.227 manzanas (3.659 hectáreas) que a mediados del pasado año ya habían sido ocupadas por las 2.500 familias que las reclaman, tras lo cual fueron reprimidas y algunos de sus integrantes fueron encarcelados.
Simultáneamente, también al norte del país, otras 1.500 familias organizadas en el Movimiento Campesino de San Manuel Cortez ingresaron a un predio de casi 3.000 hectáreas para asentarse en ellas y producir alimentos. En tanto, el lunes 18 otras familias campesinas organizadas del departamento de La Paz tomaron unas 70 hectáreas de tierra.
Las tomas buscan garantizar a las familias medios básicos para la producción de alimentos, al tiempo que denuncian las consecuencias de la ley de modernización y desarrollo del sector agrícola y la creación de las denominadas “ciudades modelo” mediante las cuales se concesionan sectores completos del territorio a empresas inversoras extranjeras, limitando así la soberanía del Estado sobre esos territorios.
“Nuestro objetivo es crear ciudades modelo campesinas” ante la falta de voluntad oficial para dar solución a las necesidades de los pobladores del campo hondureño, señalan en una declaración hecha pública el lunes las organizaciones involucradas y aglutinadas en la Vía Campesina Honduras.
Algunas horas antes de iniciarse las ocupaciones, dos nuevos asesinatos de miembros del movimiento campesino de la zona del Bajo Aguán tuvieron lugar en Honduras, sumando nueve crímenes en esa región en lo que va de 2013. En este caso las víctimas fueron Santos Cartagena, del Movimiento Unificado Campesino del Aguán, y José Trejo Cabrera, hermano de un abogado defensor de las causas de los campesinos que fuera asesinado en setiembre pasado en la ciudad capital.
Magdalena Morales, secretaria general de la adcp, relató cómo fue el proceso de ocupación de tierras desde julio del pasado año, con dos procesos de desalojo y varias amenazas de muerte. Como ejemplo, señaló que el juez ejecutor de los desalojos cargaba armas y se mantuvo con el rostro cubierto por un pasamontañas. “Para nosotros la represión está a la orden del día y para los verdaderos invasores de este país hay grandes condonaciones de deudas y todo el derecho a su favor”, dijo. Al tiempo que los campesinos apuntalan al Congreso como usina de generación de medidas que, a nivel del campo, sólo han producido una crisis agraria y alimentaria, Morales reclamó al Estado que proteja a las familias campesinas.
Los movimientos sociales vinculados a la tierra en Honduras han anunciado que 2013 será un año de “represión abierta”, en tanto las fuerzas militares han salido a las calles de las principales ciudades, por orden del presidente Porfirio Lobo, para intervenir en “operaciones conjuntas” de seguridad interna.
El 30 de noviembre se celebrarán elecciones presidenciales, en las que aparece como favorita Xiomara Castro, la esposa del ex presidente Manuel Zelaya.