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Milonga del solitario

El narrador y protagonista de esta novela, segunda de Richard Dutra (1974), vivió estrechamente vinculado a su madre y detesta absolutamente a su padre, un dentista violento, adúltero y dedicado a la política, que para completar los abandonó por alguna amante.

El juego de palabras que provoca el título de esta novela es curioso. “Ernestíada” remite obviamente a “Orestíada”, y como se sabe, Orestes asesinó a su madre, Clitemnestra, y a su amante Egisto para vengar a su padre, Agamenón, anteriormente asesinado por aquéllos. Pero la primera frase de esta novela es: “Cuando mamá murió me metí en el ropero”, y pocas líneas más abajo: “Como cuando era niño. Siempre con la cabeza metida entre sus polleras, como ahora”. Es que el narrador y protagonista de esta novela, segunda de Richard Dutra (1974), vivió estrechamente vinculado a su madre y detesta absolutamente a su padre, un dentista violento, adúltero y dedicado a la política, que para completar los abandonó por alguna amante. Según Alicia Torres, que escribe el prólogo, “El subtítulo, Una leyenda...

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