El título alude al robo de las joyas de Eva Duarte a mediados de la década del 50 en Madrid, una operación estratégica que precedió al exilio del recién derrocado Perón en pleno franquismo. En lugar de mostrar al ex mandatario desterrado o a otras figuras de primera línea de cualquiera de las dos partes, el episodio comienza a gestarse en suelo panameño en torno a rostros de segundo plano dispuestos a proteger al ilustre fugitivo, a quien apenas le habían visto la cara.
Una atmósfera de serie negra, de a ratos quebrada por algún toque de humor –se le atribuye la nacionalidad uruguaya a ciertos sujetos– o ternura, sirve de marco a las andanzas de estos ocasionales pistoleros de corazón peronista que se mueven en la sombra y, en determinado momento, deberán viajar a tierras peninsulares...
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