El Inisa
cedió la tenencia del predio en Camino Melilla a la Institución Nacional de
Derechos Humanos para que lo gestionen familiares de desaparecidos y
sobrevivientes de la ex Base Roberto. El trámite se hizo dos años y cinco meses
después de que la justicia impidiera al Inisa
construir allí una megacárcel para adolescentes.
Fue hotel y matadero. Centro clandestino de
detención y tortura. Último lugar donde fueron vistas 12 personas que
permanecen desaparecidas desde la dictadura. Fue cárcel para adolescentes y
adultos. Allí se cambiaron rejas, se montaron calabozos, se rompieron baldosas
para buscar cuerpos. Se abandonó el lugar. Esas paredes guardan demasiados
gritos, golpes, fuego. En 2017, el Instituto Nacional de Inclusión Social
Adolescente (Inisa) planificó
construir una megacárce...
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