Hugo García Robles (1931-2013)
Estábamos en su casa de la plaza Madame Curie conversando sobre expresionismo. Al despedirme, Hugo me hizo seguirlo a su hermosa y nutrida biblioteca, tomó un gran libro de reproducciones de grabados, arrancó con cuidado una de las hojas protegidas con papeles de seda, y me la entregó como regalo en un acto de generosidad poco habitual. Era la versión en grabado de “El grito”, de Edvard Munch. Hugo se estaba preparando para dejar Uruguay, y esa era su emocionante forma de despedirse de un amigo. En los años más duros de la dictadura, ese grabado de Munch, puesto como cuadro de cabecera, me ayudó a resistir gritando en silencio.Hugo García Robles fue un hombre de intereses y oficios variados, de cultura amplia, de habla florida y de carácter afable. Su noblez...
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