—La obra tiene tres personajes y la tríada de actores es un formato recurrido en tu teatro. Incluso, en Recuerdos de Niza, uno de tus trabajos recientes con Jorge Esmoris, también se trataba de tres. ¿A qué se debe esto en Plantar bandera?, ¿cómo lo pensaste?
—Todo empieza con el niño forzudo. Fue el primero que apareció, yo lo tenía a partir de una foto que vi en un libro del Centro de Fotografía de Montevideo. Tenía ganas de hacer algo con ese personaje. En esa foto, también había una mujer atrás, que acaso podría ser la madre.
Entonces, empezó a aparecer esa relación de madre e hijo. Y ahí ya había un conflicto muy fuerte. Entonces, me parecía que estaba bueno sumar solamente un factor externo, un personaje más, que pudiese jugar en el conflicto. Y me gustaba que ese fuera el conflicto ...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate