A principios de marzo, Brecha informó que durante 2021 los actores del sector no financiero sujetos al control del Banco Central del Uruguay (BCU) –como los escribanos, las inmobiliarias, los casinos, los contadores, entre otros– habían reportado menos casos de actividades económicas sospechosas de lavado de activos. La tendencia se consolidó en relación con los años anteriores: los reportes bajaron un 74 por ciento si se comparan con los registrados en 2019. La caída es especialmente llamativa en el sector inmobiliario si se tiene en cuenta que, paralelamente, hubo un repunte de las actividades comerciales en el sector. Y que además se trata de un rubro –en particular las obras de gran porte radicadas en el este– muy susceptible a este tipo de actividad ilegal, debido a que acarrea sucule...
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