“Quiero que el pueblo estadounidense entienda que este esfuerzo será diferente a las guerras en Irak y Afganistán. No habrá tropas estadounidenses combatiendo en el territorio extranjero. Esta campaña antiterrorista será realizada a través de un esfuerzo sostenido e incansable para atacar al Ejército Islámico (ei) donde quiera que sea, utilizando nuestro poder aéreo y nuestro apoyo a fuerzas aliadas en el terreno”, dijo el presidente. Los drones planearán entonces sobre los dos países orientales, según una modalidad de guerra utilizada cada vez más recurrentemente por Washington, y que consiste en reducir al mínimo las pérdidas propias y destruir en principio “quirúrgicamente” (“los cirujanos también se equivocan y a veces causan muertes que no deseaban”, ironizó por estos días un jocoso alto funcionario del Pentágono) los objetivos enemigos. El más inmediato es el ei, una organización yihadista que ha ido ganando terreno a pasos agigantados tanto en Irak como en Siria, países desmembrados y debilitados desde las anteriores intervenciones estadounidenses. “Puedo anunciar que Estados Unidos liderará una amplia coalición para hacer retroceder a esta amenaza terrorista”, afirmó también Obama. En la cumbre de la Alianza Atlántica (otan) realizada la semana pasada Washington finiquitó planes para asegurarse el respaldo político y militar de los países miembros. Simultáneamente lo hizo también con la Liga Árabe. Los planes de Obama, sobre los que mucho se especuló en los días previos, consistirían en respaldar sobre el terreno al desestructurado ejército iraquí y en especial a las fuerzas kurdas, que están haciendo frente casi que solos al ei en el norte del país.
Kurdos utilizados hoy como peones, pero abandonados a su suerte durante la primera Guerra del Golfo, en el 91, y que probablemente lo sean nuevamente cuando cuadre. “Esta estrategia de eliminar a terroristas que nos amenazan al tiempo que damos apoyo a los socios en el frente la hemos aplicado con éxito en Yemen y Somalia durante años”, dijo también Obama, aludiendo a los bombardeos con drones realizados por las fuerzas estadounidenses en esos países.
Por otro lado, y para aventar toda sospecha de que Estados Unidos pueda estar pensando en aliarse con el gobierno sirio de Bashar al Assad, al que combate hace tres años, en la lucha contra el Estado Islámico, el jefe de Estado pidió al Congreso votar un respaldo militar a los llamados “rebeldes moderados” del Ejército Libre Sirio, que luchan tanto contra el ei como contra el gobierno de Al Assad. Arabia Saudita, aliada de Washington en la región, le está reclamando hace tiempo a Obama que se decida a apoyar militarmente al els.
Obama había hecho de su retiro de los escenarios de guerra orientales (Afganistán, Siria, Irak) una de las piedras de toque de su segundo período presidencial. El anuncio del miércoles cambia en cierta manera las cosas, por más que el presidente haya reiterado que no se trataba de volver a enviar tropas. Antes del discurso Obama quiso estar seguro de que su declaración de guerra al ei “allí donde éste” tuviera el apoyo de los dos grandes partidos, pues la ofensiva contra los yihadistas, según declaró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, “no será una operación de corto plazo”. De hecho, la propia presidencia prevé que pueda extenderse más allá del mandato de Obama, que concluye en enero de 2017. Pero los republicanos quieren ir más lejos que el mandatario demócrata y volver a mandar tropas de intervención “a todos los rincones del planeta donde sea necesario para preservar la seguridad del país y del mundo libre”, según declaró el ex vicepresidente Dick Cheney, uno de los promotores de la invasión a Irak hace diez años. “Nuestro presidente debe comprender que estamos en guerra y que debemos hacer todo lo posible, durante el tiempo que sea necesario, para vencer”, dijo. John Boehnner, otro dirigente republicano, cabeza de la Cámara de Representantes, sostuvo que Obama contará “con todo el apoyo” de su partido si ordena el despliegue de tropas en Irak “para ubicar y liquidar a la dirigencia del ei” y entrenar al ejército iraquí.