Micaela Domínguez Prost es argentina y está instalada en Uruguay desde comienzos de 2013. Por aquel entonces presentó su largo documental Voz de murga, y poco después fue asistente de guión en la Ecu (Escuela de Cine del Uruguay). Allí conoció a los entonces estudiantes Cecilia Langwagen y Martín Chamorro. Ambos tenían la idea de hacer una aproximación documental al molino quemado de Nueva Helvecia, y ella fue involucrándose crecientemente en su proyecto, hasta pasar a ser una directora más. Domínguez Prost cuenta sobre las singularidades de un pueblo y sus historias, y de un documental íntegramente autofinanciado por sus realizadores.
—¿Cuándo descubriste el molino por primera vez?
—Me llevaron Martín y Cecilia. Fue raro, porque ya había visto el material que ellos habían filmado, me con...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate