Este año,
las propuestas más transgresoras provinieron de
Chile. Previo a la presentación de la película El príncipe, la
programadora Daniela Cardarello señaló a la concurrencia que la película que se
exhibiría sería especialmente fuerte. Acto seguido, el director Sebastián Muñoz
opinó sobre la importancia de exhibir cuerpos desnudos masculinos sin censuras
ni prejuicios. Lo que vino a continuación estuvo a la altura de las
advertencias: un drama carcelario en el que no faltan escenas violentas,
violaciones, abundante sexo y un número incalculable de desnudos integrales. Lo
llamativo del asunto es que, lejos del realismo, se presenta una cárcel en la
que los reclusos cuentan con momentos de privacidad, en los que prácticamente
todos son homosexuales, y hasta tiene lugar un par de inesperad...
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