“Algo de su personalidad, de su calma voz, de sus pausas se vuelca en estos lienzos y cartones. Pero también mucho de su escondida melancolía y de las múltiples pérdidas irreparables que supone una existencia vivida intensamente.” Así nos expresábamos al contacto con su obra hace ya un lustro. Hoy volvemos a charlar con Linda Kohen (Milán, 1924) y a escuchar su voz con ese lejano acento que delata su procedencia italiana. La actual exposición, titulada “Sola”, en el Museo Nacional de Artes Visuales, supone el reconocimiento nacional a una trayectoria artística que la ha paseado por los principales museos y galerías de América.
Madre de dos hijos, abuela de seis nietos, bisabuela de cinco niños (“y uno más viene en camino”), la producción de Linda no se agota en la pintura, pero es ést...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate