Creo que con todo lo que ha pasado en las últimas
semanas, en las que las declaraciones de Gavazzo en el Tribunal de Honor y sus
múltiples consecuencias políticas pusieron de manifiesto, una vez más, la larga
historia de silencios, complicidades, encubrimientos y provocaciones del
aparato militar, es imposible pensar en otra cosa que en la impunidad. Recuerdo
que durante mucho tiempo, cuando apenas tenía idea de qué había sido la
dictadura y qué habían hecho los militares, pensé que la impunidad era
solamente la falta de justicia penal sobre quienes habían secuestrado,
torturado, asesinado y desaparecido gente. Impunidad era, digamos, que los
militares no estuvieran presos por todas las atrocidades que habían cometido.
Me llevó años, lecturas, marchas del
silencio, charlas con gente que vi...
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