Fue una escritora de primeras veces. La primera mujer en escribir consistentemente para la industria del cómic, la primera en escribir una novela de lesbianas con un final feliz, la primera escritora de novela negra en tener su –primera– novela adaptada para ser guion de cine por nada menos que Raymond Chandler. Pero es verdad que todo eso importa poco: Highsmith es, simplemente, una de las mayores exponentes de la novela negra estadounidense (y, probablemente, también la primera en dinamitar casi todas las reglas del género).
Explicar su éxito es, sin embargo, más difícil. Tal vez el camino más corto sea decir que es porque sus libros se cuecen en el punto impropio donde colisionan la novela policial con Camus. Esto no es arbitrario: es bien conocido que Highsmith escribió su primera nove...
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