Los acontecimientos recientes relativos a las fotocopiadoras de la zona de las facultades tienen la virtud de sacar a la luz un problema complejo, importante y cuya solución es urgente. Uruguay carece de una política del libro, lo que conlleva inmensas dificultades no sólo para la formación de sus jóvenes sino especialmente para la formación crítica de su ciudadanía.
En Uruguay tenemos pocas librerías, los libros son carísimos, el sistema de bibliotecas públicas es casi inexistente y las bibliotecas universitarias son pobres y tecnológicamente atrasadas. A tal punto carecemos de política pública de la lectura y de la edición, que el modo más barato de acceso al impreso sigue siendo la fotocopia (que también es carísima). El problema es tan agudo que luego del operativo contra las f...
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