El Partido Colorado (PC) culminó el ciclo electoral con un sabor agridulce. La elección departamental dejó una buena votación en Rivera y Canelones, y la victoria –con votos colorados– de la Coalición Republicana (CR) en Salto, pero también una magra votación en Montevideo y una presencia testimonial en una decena de departamentos. Sin embargo, antes de que el histórico partido procese su evaluación sobre lo sucedido, el secretario general Andrés Ojeda ya puso su mirada en el próximo ciclo electoral. En entrevista con El País (1-VI-25), afirmó que la oposición debería «potenciar la marca Coalición Republicana» para competir con el Frente Amplio (FA) en las próximas elecciones.
La declaración de Ojeda provocó inmediato rechazo en sectores minoritarios del PC. La excandidata Zaida González le pidió que «blanqueara» sus intenciones; su propuesta –alega– es funcional a la estrategia electoral del expresidente Luis Lacalle Pou. Los dos sectores mayoritarios, Unir para Crecer y Vamos Uruguay, por su parte, tienen una clara posición «coalicionista», por lo que el debate, aún en ciernes, será sobre la profundidad del acuerdo opositor.
Sin embargo, la posibilidad de una alianza total ya está sobre la mesa. El más explícito fue Pablo Mieres, líder del Partido Independiente, quien llamó a construir un lema común para competir electoralmente. La idea también permea en tiendas nacionalistas, con la senadora Graciela Bianchi como principal vocera. Otros dirigentes, en tanto, son más cautos y estiman que aún no es tiempo de procesar esa discusión.
ACUERDO PROFUNDO
La idea de un lema común, sin embargo, no tiene unanimidad. «La coalición fue un instrumento que funcionó bien, pero pudo haber funcionado mejor. Claramente, hacia 2029 hay que reformularla. Pero otra cosa distinta es si tenemos que ir hacia un solo lema», afirmó el diputado Conrado Rodríguez a Brecha. En filas coloradas, dijo, existe una amplia coincidencia en competir bajo un lema común en las elecciones departamentales, en las que sería más fácil llegar a acuerdos. Pero a nivel nacional la cosa cambia. «Un análisis que se ha hecho es que no sería bueno desdibujar la esencia de los partidos. La riqueza que puede tener la coalición es respetar la historia de sus partidos y construir elementos que nos aglutinen en el balotaje», apuntó. Para Rodríguez el análisis no puede hacerse a través de una operación aritmética clásica (o sea, sumar la votación de los cinco partidos coalicionistas), ya que un acuerdo político total conlleva otras cosas. «El lema único significa candidatura única. Esto puede llevar a que haya votantes que desde octubre decidan no votar a su partido político de tradición o de convicción», estimó.
En filas blancas, la idea de un lema común cobra mayor intensidad. «Somos coalicionistas. Esto obedece a la convicción de que es lo mejor desde el punto de vista político y electoral. Pero no es un tema de dirigentes, la gente lo pide; es un reclamo clarísimo», afirmó el diputado Rodrigo Goñi a Brecha. «La gente se siente CR y quiere votar CR», agregó. Esa idea del lema único ya fue manejada por el senador Javier García, líder del Espacio 40, durante el período de transición (Montevideo Portal, 28-I-25).
Sin embargo, las dificultades que puede enfrentar la comparecencia bajo un lema común llevan a plantearse alternativas. Una posibilidad –dijo Goñi– es que cada partido tenga su candidato propio en octubre, para unirse en noviembre, pero con acuerdos básicos ya preestablecidos. «Si uno empieza a trabajar ya en función de esa CR, podría ser que las fórmulas estén integradas por personas de distintos partidos.» Es decir, que el candidato blanco comparezca con un vicepresidente colorado y viceversa. «El tema central es que vayamos hacia una marca y organización de coalición», señaló.
Rodríguez dijo que esta idea no lo convence, en virtud de las reglas del sistema electoral. «Deberían ser personas que no se hayan presentado en la interna de su partido ni de la CR, para presentarse en un lema distinto… La verdad, veo muy difícil que se pueda lograr fórmulas cruzadas en la misma elección de octubre», expresó. Dirigentes de la lista 404, en tanto, dijeron a Brecha que avanzar en la discusión sobre un lema único es prematuro.
DE ENTRE CASA
Mientras el debate coalicionista comienza a darse, los principales partidos opositores transitan por tensiones internas. En filas coloradas, hay una disputa velada entre los senadores Andrés Ojeda (Unir para Crecer) y Pedro Bordaberry (Vamos Uruguay) por el liderazgo. La ratificación de Ojeda como secretario general fue un punto a su favor, pero la mayoría de la bancada parlamentaria –sobre todo en Diputados– responde a Vamos Uruguay. Esas tensiones quedaron de manifiesto, por ejemplo, durante la discusión del proyecto de salvataje de la caja de profesionales, con un cruce entre Ojeda y los diputados Conrado Rodríguez y Martín Jorge (ambos de Vamos Uruguay) sobre la posición que tendría el partido al votar el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo.
En el Partido Nacional (PN) la disputa no es por el liderazgo –ya que todos visualizan al expresidente Lacalle Pou como referente y casi seguro candidato presidencial en 2029–, sino por la presidencia del Directorio. La lista de candidatos incluye al exsecretario de la Presidencia y excandidato presidencial Álvaro Delgado y a los senadores Javier García (Espacio 40) y Luis Alberto Heber (Herrerismo). En la interna blanca estiman que esta elección definirá el tono de la oposición al gobierno de Yamandú Orsi.
Para Goñi, ahí está la principal diferencia entre los candidatos a presidir el PN: «Javier García tiene un perfil más frontal en cuanto a marcar las diferencias con el FA; Delgado es más de buscar coincidencias». Según el legislador, esa actitud de confrontar directamente con el FA y su relato «es ampliamente mayoritaria entre los nacionalistas» y llevó a que su sector fuera el más votado del PN. «Estamos convencidos de que Javier García es el perfil que se necesita para este tiempo», agregó. En el Espacio 40 aseguran que tienen el apoyo de más de 200 de los 500 convencionales que participarán en la elección. En filas de Delgado tienen otros números y están convencidos de tener los votos suficientes para que el excandidato asuma las riendas del partido.
Además, las internas blanca y colorada se alborotaron desde que la semana pasada el gobierno decidiera designar como embajadoras a Beatriz Argimón y Carolina Ache. En medio de sus disputas internas, los dirigentes también observan con atención lo que sucede en Cabildo Abierto, que tuvo una magra votación en octubre de 2024 –solo obtuvo dos diputados– y recientemente perdió al Espacio de los Pueblos Libres, liderado por Eduardo Radaelli. Los cabildantes también sufrieron bajas en varios departamentos, por lo que el futuro político del partido que fue sorpresa en 2019 es, al menos, incierto.