Es la primavera en 1987 y dos jóvenes estudiantes quieren comenzar a hacer carrera en los medios. Tienen una idea tan exótica como rimbombante para lograrlo: reunir a uno de los grupos más importantes de la historia del rock sudamericano para una entrevista. Juan Zorrilla de San Martín dijo que lo importante no era tener muchas ideas, sino la idea oportuna en cada caso. Y aunque no sepamos si este es el ejemplo, Luciano di Vito y Fernando González serán recordados porque intentaron juntar a Serú Girán. Y lo lograron.
La historia es divertida y propia de otro siglo. De guías telefónicas, visitas puerta a puerta, encuentros fortuitos, dispositivos obsoletos. De camaradería y cercanía entre cuatro ídolos y dos pibes que ese año cumplían 20. Es ahora el sueño concretado que, por primera vez y ...
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