Reducción de daños - Semanario Brecha

Reducción de daños

Inauguraron hace días la primera sala parisina de consumo supervisado de drogas. Allí los usuarios mayores de edad pueden inyectarse heroína y consumir estupefacientes bajo condiciones médicas controladas.

Marisol Touraine, ministra de Sanidad, y Anne Hidalgo, alcaldesa de París, inauguraron hace días la primera sala parisina de consumo supervisado de drogas. Allí los usuarios mayores de edad pueden inyectarse heroína y consumir estupefacientes bajo condiciones médicas controladas.

Ubicada en la Gare du Nord (Estación del Norte), se trata de uno de los puntos más transitados de Francia, donde se cruzan varias líneas interurbanas, así como los trenes que se dirigen a Londres. En esa zona el consumo de toda clase de drogas se extendió en los últimos años, y de allí la decisión gubernamental de instalar este primer centro experimental, en el hospital Larivoisière. El gobierno se ha dado un plazo de cinco años para evaluar los resultados.

El personal, compuesto por unos veinte médicos, asistentes sociales, enfermeros y agentes de seguridad, atiende diariamente a un centenar de personas, con la idea de facilitar la “transición” entre el consumo y el abandono de las drogas, así como evitar sobredosis y contaminaciones. Las instalaciones cuentan con una superficie de 450 metros cuadrados, distribuidos en una entrada, una sala de espera, 12 sitios de inyección y cuatro boxes de inhalación. Los usuarios no podrán usar agujas propias, sino que tendrán que utilizar las jeringas y los aparatos de inhalación esterilizados que provee el centro.

Los vecinos de la zona tienen opiniones divididas. Mientras algunos lo ven como algo positivo, ya que se evitará la reunión de adictos en los rincones oscuros del barrio, otros han colgado pancartas y afiches de protesta; manifiestan su temor por la cercanía del centro respecto de escuelas y liceos, y cuestionan que se esté dando un aval gubernamental que “normalice” de algún modo el consumo de drogas.

Pero la experiencia retoma un modelo ya utilizado en Alemania, Australia, Canadá, España, Dinamarca, Luxemburgo, Noruega, Holanda y Suiza, países que ya evalúan su experiencia en los últimos años como algo positivo. Las autoridades francesas esperan inaugurar en noviembre otra sala en la ciudad de Estrasburgo, al este de París.

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