El proverbial Manual para el buen periodista egocéntrico y miraombligo estilo siglo XXI dirá lo siguiente: si se trata del comienzo de una entrevista con Leila Guerriero –Buenos Aires, 1967; periodista, escritora, respetadísima cronista, rockstar del periodismo narrativo de habla hispana, dueña de una prosa tan justa que entra en el torrente sanguíneo sin el mínimo esfuerzo y se metaboliza entre el placer y la sana envidia–, el buen periodista ombliguista deberá decir: «Debo hacer un comienzo descriptivo, con ritmo, con planos cortos y abiertos, con comparaciones filosas y metáforas mullidas. El periodista ombliguista de hoy deberá competirle a la entrevistada».
Pero, en lugar de eso, cometeremos el error brutal de ser periodistas old school más o menos normales y diremos que Leila es una ...
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