¿Qué pasa si ingresás tu propio nombre en el buscador de Google Maps? Seguramente te ubique en algún punto de la ciudad con el que estés relacionado: tu barrio, el lugar en donde estudiaste o trabajás. Y, por extraño que parezca, funciona con mucha gente. Por ejemplo, si se ingresa a José Alberto Mujica Cordano, la aplicación da una aproximación a dos direcciones: Plan Juntos y el diario La República. Si se busca a Álvaro Recoba, nos dirige directamente al Gran Parque Central.
Hace un tiempo que Google Maps está en el ojo de la tormenta, desde que salió a luz que si se buscaba “Nigger’s house” (la casa del negro) o “Nigger King” (negro rey), el mapa se movía hasta que la flechita roja se posaba sobre la Casa Blanca. Hace unos días, en Argentina, si se buscaba “Yo me fui a la B”, el cursor terminaba sobre el estadio de River Plate. Antes lo hacía sobre el de Boca Juniors. En Londres, la búsqueda de “Shithole” (agujero de mierda) dirigía al estadio del equipo de fútbol Tottenham.
Tras estos descubrimientos, entre otros tantos, y las disculpas públicas por parte de Google, el periodista Alex Hern, del periódico inglés The Guardian, ha liderado un estudio sobre qué ocurre al buscar un nombre propio en la aplicación de mapas. Uno de los redactores al frente de la exploración buscó su nombre y el resultado lo llevó al lugar donde trabaja, pero también a un pub de Londres que suele frecuentar. Lo extraño es que sólo una vez había relacionado en Internet su nombre con este lugar. Otro de los redactores de ese periódico hizo la prueba y su nombre aparecía vinculado a su facultad, pero también con otra ubicación que no había mencionado ampliamente en la red.
Hicieron pruebas con otros nombres propios de conocidos y encontraron que en algunos la aplicación los relacionaba con lugares con los que se vinculaban, pero en otros no tanto, y cabe preguntarse qué hace realmente Google para obtenerlos. En el caso de un periodista, su nombre lo ubicaba en el domicilio del primer ministro del Reino Unido. Según el periódico británico Mirror, la conexión se explicaría por la asociación a una imagen etiquetada geográficamente en las redes sociales, cuyo nombre se almacena en la base de datos del programa.
Hace unos días, si en Argentina se buscaba “gas pimienta”, el mapa se redirigía a La Bombonera. Ante la consulta del diario argentino La Nación, un vocero de Google declaró: “Esto no es ningún producto de un hacker. Lo que hace la herramienta de búsqueda de Maps es que si no hay una calle o un organismo con un nombre determinado, continúa la pesquisa en el buscador general de Google. No necesariamente aparecerá la asociación de esa palabra con esa ubicación geográfica en la primera página de resultados. Puede estar en otras páginas. Si hablamos de gas pimienta, claramente se publicó mucho en los últimos días sobre lo ocurrido en la cancha de Boca Juniors y por eso el Maps ubica la dirección buscada en medio del campo de juego de ese club”.
Lo que no se explica son los resultados picarescos o discriminatorios, que podrían ser creados por personas que utilizan la tecnología Map Maker de Goo-gle, y no por Google en sí. De todos modos, la compañía emitió una disculpa formal y pública por este hecho: “Algunos resultados inadecuados están apareciendo en Google Maps y les pedimos disculpas por cualquier ofensa que puedan haber causado. Nuestros equipos están trabajando para solucionar el problema rápidamente”, declaró un vocero de Google al portal Business Insider. Y aclaró que este aspecto no es una característica oculta en el sistema.