Siete de la mañana. En el lado sur del asentamiento Nuevo Comienzo las incursiones de la Policía son un recuerdo lejano, de hace más de un año. Sorpresivamente, luego de aquellas primeras detenciones, no tuvieron mayores molestias más allá del helicóptero que sobrevolaba cada tanto el barrio. El lado norte, el que Brecha ha visitado en más de una ocasión, había sido más golpeado. La confianza en que la Policía no volvería al sur indujo a muchos vecinos a sustituir paredes de tablas y costaneros por muros de bloque o ladrillo. Pero la confianza es una vieja traicionera y el 16 de junio en la mañana, en la cuadra que sirve como continuación a la calle Las Violetas y se adentra en el barrio, alrededor de cinco móviles de la Guardia Republicana hicieron su aparición.
Puerta a puerta, apuntaron...
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