¿Qué ventaja es más injusta, después de la herencia? ¿La belleza? ¿La inteligencia? La belleza impacta inmediatamente, no hay nada que probar, está a la vista de todos y, por sí sola, abre puertas. Los frutos de la inteligencia llevan más tiempo, pero son más duraderos. En 1998 escribí una reseña para el suplemento cultural de la revista Posdata sobre una novela bastante graciosa, llamada La suerte de la fea, de la italiana Carmen Covito. Por alguna razón, todavía recuerdo el final de aquella bibliográfica escrita cuando tenía 30 años: «Porque si a una mujer al nacer –y en vista del mundo que le tocará enfrentar– le preguntaran si prefiere ser linda o inteligente y contesta “linda”, es porque ya es inteligente».
Marianne Faithfull era hermosa.
La historia ha sido contada mil veces. La del ...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate