El católico practicante y el comerciante de armas pueden convivir en una sola persona. El enemigo de los consejos de salarios y el empresario benevolente caben en el mismo cuerpo, como coinciden el hincha de Peñarol y el amigo de la Policía. En las últimas elecciones, una de las firmas de Julio César Lestido aportó económicamente a la campaña del ahora ministro de Trabajo –Pablo Mieres– a pesar de que el empresario (también importador de automóviles) preside la Cámara de Comercio desde 2017. En esas fronteras, los perfiles de Lestido se han ido delineando, sutilmente, en torno a los principales temas de la agenda nacional.
Está de pie con los brazos cruzados en la
espalda. Lleva puesto un abultado saco de cuero oscuro. Su mirada es inquieta.
Frente a él, un hombre de gestos ceremoniales di...
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