Para el tamaño de Montevideo, la ciudad tiene, para disfrutar y vanagloriarse, una agenda razonable de música erudita contemporánea, centrada, sobre todo, en las actividades del Núcleo Música Nueva, pero que incluye también las audiciones de música electroacústica del Eme (Estudio de Música Electroacústica de la Escuela Universitaria de Música), las actividades del Perceum (conjunto de percusión de la misma Escuela Universitaria) y alguna cosa más. Desde el año pasado ese panorama se abrió aun más con las actividades de un nuevo núcleo de organización de “conciertos contemporáneos”, llamado Púlsar. Sus promotores son dos de los excelentes percusionistas de la escena local, Juanita Fernández y Sebastián Pereira. En 2015 presentaron tres conciertos (en dos de ellos ambos figuraron como músicos, en otro tan sólo como organizadores). Los programas fueron muy atractivos y la repercusión excelente. Por suerte están estimulados a persistir. Para este año están programados tres conciertos más.
El primero es el martes próximo, 19 de julio, a las 20.30 horas. Con el título Escenas mínimas, estará dedicado a obras que operan en el cruce entre lo musical y lo escénico. Comenzará con el que es probablemente el mayor hit del repertorio de música erudita para percusión de todos los tiempos, el primer movimiento (previsto para tocarse también por separado) de Drumming (1971), del estadounidense Steve Reich (1936) (con quien tanto Juanita como Sebastián han tenido el privilegio de tocar, en Buenos Aires). Pero lo grueso del repertorio son composiciones del argentino-alemán Mauricio Kagel (1931-2008), que se especializó en obras que contenían elementos teatrales, a veces absurdos, con una especie de humorismo dadaísta que combinaba el rigor de construcción de la generación que lo precedió con la crítica deconstructora a ese mismo rigor (véase el título de una de las piezas: Rrrrrr). El programa se complementa con una obra de Iván Fernández (1976), quizá el más activo y competente compositor uruguayo de música erudita para percusión. La música estará a cargo de Púlsar Colectivo Sonoro, y participa también la bailarina Andrea Arobba.
El segundo concierto va a ser en setiembre, y reunirá varias composiciones para percusión inspiradas en los instrumentos, en los ritmos y en los gestos del candombe. Algunas de las obras son incursiones eruditas de compositores más asociados a la música popular, o saludos hacia lo popular de compositores de música erudita, y varias de ellas se encuentran en la zona en que esa división carece del poco sentido que le queda. Los autores son Leo Maslíah, Tatita Márquez, Fernando Luzardo, Daniel Maggiolo, Jorge Camiruaga y Jhonny Neves. Participan Márquez y Neves, Púlsar Colectivo Sonoro y el Perceum, dirigido por Camiruaga.
El último concierto será el estreno uruguayo de Timber (2009), una pieza de una hora de duración para seis percusionistas, del estadounidense Michael Gordon (1956), considerado uno de los principales representantes de las corrientes totalista y posminimalista. Ambos términos a veces se emplean como sinónimos, y se refieren a la música heredera del minimalismo de los años sesenta y primeros setenta, pero dotada de mayor complejidad rítmica y de diseños formales menos rígidos. La composición es para seis bloques de madera amplificados con micrófonos de contacto. La aparente pobreza del material instrumental termina dando origen a una cantidad insospechada de efectos tímbricos y rítmicos, obtenidos con los percusionistas golpeando distintas zonas de cada uno de los trozos o superponiendo distintas capas rítmicas. El efecto es el de una obra electroacústica, pero con la gracia adicional de los músicos en vivo, dispuestos en hexágono. La partitura de Timber no está publicada, y el Perceum, que la va a interpretar, es uno de los cinco conjuntos en el mundo autorizados por el autor a ejecutarla. En 2014 hicieron el estreno latinoamericano de la pieza en Buenos Aires, y esta presentación, que tendrá lugar en noviembre, será el estreno uruguayo.
Los tres conciertos serán en la Sala Zavala Muniz, del teatro Solís.