Trinchera ciudadana - Semanario Brecha

Trinchera ciudadana

La nueva iniciativa de movimiento paneuropeo tiene un nombre que no convoca demasiado, pero tal como empezó tiene vocación de ir sumando adeptos. Se llama Diem25, se lanzó en Berlín esta semana y su iniciador es el ex ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis.

La nueva iniciativa tiene un nombre que no convoca demasiado, pero tal como empezó tiene vocación de ir sumando adeptos. Se llama Diem25, se lanzó en Berlín esta semana y su iniciador es el ex ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis. Ya la han apoyado el fundador de Wikileaks Julian Assange, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y otros intendentes de “la red de ciudades del cambio” españolas, Jean Luc Mélenchon (dirigente del Partido de Izquierda francés), Oskar Lafontaine (su par del Die Linke alemán), sindicatos, movimientos sociales y una pléyade de intelectuales. La idea es ir marchando a la conformación de “un frente común entre los partidos de izquierda, radicales, rebeldes, liberales en serio” del continente para confrontar “con posibilidades de éxito con quienes dirigen las instituciones europeas y reformarlas desde la base”, según dijo Varoufakis, pero también “trascender a los partidos y abarcar movimientos, gobiernos municipales y otras instancias”. “La tragedia griega demostró que no se puede construir una alternativa en un solo país. Esta Unión Europea no debe verse como la del ‘problema griego’ sino como una Unión Europea donde cada vez más países presentan una situación similar de tecnocracia y políticas de austeridad impuestas desde las instituciones regionales”, agregó. El proceso por ahora es informal: se van a ir dando confluencias a distintos niveles antes de hablar de “algo más ambicioso y global”. “No se trata de seducir sólo a los partidos de izquierda sino también a sectores de la socialdemocracia, a movimientos, e ir más allá de los partidos, para instaurar en todo el continente iniciativas de rescate social que permitan ir combatiendo en lo concreto al neoliberalismo que se ha impuesto en Europa”, dijo el alcalde de la ciudad gallega de La Coruña, Xulio Ferreiro. Uno de los anillos que pretenden ir dando forma al frente es precisamente un acuerdo entre “las ciudades rebeldes”, aquellas que tienen gobiernos de izquierda. España es el país que ofrece un abanico más amplio en ese sentido. “El municipal es el primer nivel de gobierno, el que tiene más contacto con la gente. Ahí se pueden ofrecer alternativas concretas, nuevas formas de democracia participativa, una resistencia en la base a los tratados de libre comercio, por ejemplo”, piensa el teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, de origen argentino. “Hay muchas luchas sociales actualmente en Europa por objetivos comunes, pero que no tienen una planificación común: de resistencia a los recortes, en favor de una acogida a los refugiados. Tienen que tener una articulación porque si no, tienen poco aliento. Ante el pesimismo por el avance de la derecha en Europa hemos hablado de nuestras alternativas municipalistas y de cómo hemos conseguido, en contra de lo que se decía, aglutinar a la gente de los barrios y hacer que se ilusionen por construir algo común. Somos la primera trinchera de resistencia ante esta situación de injusticia social”. Entre los presentes en Berlín estaban algunos referentes de Podemos, como los eurodiputados Miguel Urbán y Lola Sánchez, de Anticapitalistas, una sensibilidad “radical” del partido dirigido por Pablo Iglesias. También dirigentes de IG-Metal, el gigantesco sindicato metalúrgico alemán. “Más que un frente de partidos va a ser un frente de ciudadanos”, dijo Urbán. El próximo encuentro de este movimiento singular será en Madrid, y allí se “marcará una agenda de movilizaciones que está casi planificada”, según el eurodiputado

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