La lucha por los derechos más elementales puede llegar a inconcebibles niveles de absurdo en países en los que el respeto por ellos brilla por su ausencia. La cuestión es que al médico turco Bilgin Çiftçi se le ocurrió reparar en las semejanzas de Recep Tayyip Erdogan, presidente de su país, con Gollum, el personaje de El señor de los anillos, y subir a las redes una viñeta con fotos en donde comparaba las expresiones del presidente con las del personaje del universo Tolkien. La publicación supuso su despido inmediato del sistema de salud turco, y puede enfrentarlo a una condena de dos años de prisión.
Según Hicran Danisman, su abogada, recurrir a los fundamentos de la libertad de expresión no les servía de nada, por lo que en la corte debió centrar su defensa argumentando que la comparación de Erdogan con Gollum no es algo negativo. El acusado afirmó no haber insultado a nadie, ya que “Gollum no es un personaje malo”, y por lo tanto el jurado debe ser convencido de la bondad intrínseca de Gollum, algo seguramente imposible de comprobar o de refutar. Para ello, el Tercer Tribunal Criminal de Primera Instancia de la localidad sudoccidental turca de Aydin ha solicitado a un comité de “expertos” (dos académicos, dos psicólogos y un especialista en cine) un estudio para dictaminar si en definitiva el personaje es bueno o malo, y si la comparación es un insulto o no. “El juicio se ha convertido en una tragicomedia. Nuestra defensa también es cómica. Han empezado a juzgar a Gollum, y en las próximas sesiones no defenderé a mi cliente, sino que defenderé a Gollum”, señaló Danisman.
Enterado de la situación, Peter Jackson, director de las célebres adaptaciones cinematográficas, afirmó en un comunicado que, ya que el personaje tiene dos personalidades, no es correcto hablar en este caso de Gollum, sino de Smeagol: “Si esas imágenes son las que se han tenido en cuenta para presentar la demanda truca, podemos afirmar categóricamente que en ninguna de ellas aparece el personaje conocido como Gollum. Todas ellas son imágenes de un personaje llamado Smeagol”. Y ahí comienza a señalar sus atributos: “Smeagol es un personaje alegre y dulce. Smeagol no miente, ni engaña ni intenta manipular a otros. No es malvado, conspirador ni malicioso –estos rasgos de personalidad pertenecen a Gollum–”. Y también al presidente turco, le faltó decir.