Formada en piano y canto en la Escuela Universitaria de Música, esta hija del célebre antropólogo Renzo Pi Hugarte, integró el excelente coro De Profundis para luego lanzarse a su carrera solista, donde ha sorprendido por la calidad y la calidez de su voz, el infrecuente –en nuestro medio–dominio jazzístico de su garganta y su talento de autora de letras y músicas bien personales.
Ha tenido el tino, además, de saber rodearse de grandes músicos, como ocurre en este nuevo disco con Tato Bolognini en batería, Gerardo Alonso en bajo acústico y eléctrico, Palito Elissalde en guitarra eléctrica y Freddy Pérez en guitarra, entre otros, y también de haber convocado en teclados y producción al excelente Dany López. Con este equipo de lujo ha grabado un disco muy especial donde con su música abraza a su hija, su madre, su padre, su pareja, donde exhibe una voz que es seda pura, volcando textos de luminosa poesía, que redondean un producto disfrutable de punta a punta.
Por momentos su timbre vocal y su fineza recuerdan a Norah Jones, por momentos a la legendaria canadiense Joni Mitchell, por momentos a la francesa Zas, pero siempre desde un ángulo personal.
Muestra, además, un gran desprejuicio para cantar también en inglés y francés, abordando baladas, temas pop, canciones con aire tanguero, jazz y hasta country. Una mezcla tan sorprendente como exquisita. Se trata de un delicioso disco donde cuesta excluir alguno de sus diez surcos de una eventual lista de “destacados”. Seduce el tema inical, “Flor”, con sus aires de blues, maravilla “Carmín” por su mágica atmósfera y su hermosa guitarra a cargo de Palito Elissalde, hace bailar “Dance”, cantada casi totalmente en inglés, con su notable canto jazzístico y sus preciosas voces armonizadas, enternece la balada dedicada a su hija, “Buen día”, deleita “Completely wasted” escrita por Dany López y cantada en inglés, conmueve “A don Prudencio Navarro”, dedicada a su padre, de claro acento tanguero… y así podríamos seguir nombrando todos y cada uno de los temas.
Jardín Carmín es un disco notablemente producido, que cuenta además con un hermoso diseño gráfico. En este jardín Carmen Pi demuestra que es una flor de música.
En un medio musical donde hay muchas aspirantes a cantantes de jazz, este disco prueba que Carmen Pi sabe moverse como pez en el agua en ese género tan difícil como maravilloso, pero que también es una baladista como muy pocas en este país y una autora más que valiosa.
Un disco altamente recomendable.
Jardín Carmín. Carmen Pi. Bizarro 2014