Uno de los grandes misterios del estallido financiero y la depresión económica mundial 2007-2009 fue el escaso impacto político que tuvo en Europa. Países como Reino Unido y España eligieron a los conservadores, a pesar de sus vínculos manifiestos con el modelo que había causado la crisis. En gran medida este resultado se debió a que la socialdemocracia europea se había movido tanto a la derecha con su reivindicación de la economía de mercado y su aceptación del modelo neoliberal que había dejado de constituir una opción clara para un electorado desorientado, golpeado y despolitizado.
En los últimos dos años ha habido señales de cambio. Syriza en Grecia y Podemos en España son los ejemplos más obvios de este lento despertar. Con altísimos porcentajes de desempleo y crisis muy profundas, er...
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