La crisis desatada en el inau luego de los motines en la Colonia Berro hace tambalear al director del Interj, Sergio Miglioratta. Mientras el posible relevo se procesa, decenas de investigaciones internas esperan una resolución.
En la tarde del martes 28 comenzó a hablarse insistentemente de la renuncia del director del Instituto Técnico de Rehabilitación Juvenil (Interj), Sergio Miglioratta. Según coincidentes versiones de prensa, el funcionario tomó esta decisión debido al “cansancio” que le provocó el haber sido responsabilizado por la situación que terminó en los motines en la Colonia Berro y por episodios que en definitiva irían más allá de sus potestades. A pesar de los detalles manejados en estos trascendidos, Miglioratta nunca confirmó sus intenciones de abandonar el Interj y coordinó de hecho durante toda esta semana el traslado de los jóvenes de la Berro que habían sido alojados provisoriamente en el penal de Libertad. La República publicó ayer declaraciones de Miglioratta en donde aseguró que seguiría trabajando y que sobre su eventual renuncia había que preguntarle al directorio del Instituto del Niño y el Adolescente (inau). Sin embargo, los integrantes del directorio del inau Víctor Giorgi y Cristina Álvarez también negaron haber recibido la dimisión por escrito y hasta el cierre de esta edición la secretaría de la presidencia de la institución no había recibido ninguna carta de Miglioratta anunciando su alejamiento.
En este marco de incertidumbre sobre el futuro del funcionario se hizo público el apoyo del ministro de Turismo Héctor Lescano, presidente del Partido Demócrata Cristiano (pdc), sector en el que militó Miglioratta durante su juventud. Lescano elogió al director del Interj por el “formidable esfuerzo, muchas veces desde la soledad, para efectuar cambios positivos” en esa estructura. Y agregó: “Doy fe de su capacidad técnica, compromiso social, sensibilidad y profesionalismo. Espero que el inau y que la sociedad uruguaya puedan seguir contando con él” (El Observador, 30-VI-05).
Sin embargo, fuentes del Interj y de la Colonia Berro consultadas por BRECHA no se sorprendieron por la versión de la supuesta renuncia de Miglioratta, y coincidieron en una misma interpretación de los hechos. El funcionario acostumbra en cada cambio de directorio poner su cargo a disposición de las autoridades para que resuelvan sobre la renovación de su gerencia en el instituto. Y la consideración de ese planteo, según se explicó, siempre coincide con algún período de agitación en los establecimientos de reclusión, cuando no lisa y llanamente con motines (el antecedente anterior a éste ocurrió en marzo de 2004, cuando recién había asumido la presidencia del Iname Fernando Repetto).
Pero más allá de las intenciones de Miglioratta de alejarse o permanecer en el cargo, hay muchos otros actores del sistema carcelario juvenil que lo quieren ver fuera del Interj.
Entre ellos está la Comisión de Seguimiento del Sistema Carcelario Juvenil Uruguayo,* que ya le había manifestado al directorio del inau la semana pasada su preocupación por la situación de los centros de reclusión para menores. Ayer la comisión hizo público un comunicado en el que plantea su respaldo a los cambios proyectados por el actual directorio del inau, y pide “la inmediata intervención de parte del directorio del inau al Interj y la remoción de esa dirección y de todas las direcciones y cargos de confianza designados sin concurso por la misma, en especial los del complejo carcelario Colonia Berro”. En el comunicado se solicita también “la investigación de las denuncias de supuestos ‘hechos irregulares’ e ‘instigación a realizar motines’ para su esclarecimiento y, de constatarse, tomar las máximas medidas disciplinarias”.**
En esa misma línea la comisión elaboró un documento con los antecedentes del sistema de privación de libertad de adolescentes. Allí se hace referencia al informe elaborado por la Organización Mundial contra la Tortura (omct) luego de una serie de visitas en setiembre de 2003 a los establecimientos dependientes del Interj, durante las cuales recibieron denuncias de malos tratos hacia los niños y adolescentes internados (véase BRECHA, 2-VII-04).
El documento justifica el pedido de remoción de la dirección del Interj en el fracaso rotundo del modelo de atención progresiva del instituto y en “la sistemática exposición a la violencia institucional de cientos de adolescentes”. Mientras que la intervención del Interj, según la comisión, permitiría ir “investigando y tomando las medidas pertinentes con relación a las distintas denuncias de motines armados por funcionarios y los hechos acaecidos en la última semana” (véase BRECHA, 24-VI-05), así como las “denuncias de ‘mafias’ y de constatarse tomar las máximas medidas para su desarticulación”.
El documento de la comisión fue enviado a la oficina de la omct en Ginebra, organización que a su vez resolvió plantear su preocupación al gobierno uruguayo. El sábado 25 la omct envió una carta personal al presidente Tabaré Vázquez, así como un mensaje a la embajada uruguaya ante las Naciones Unidas.
INVESTIGACIONES PENDIENTES. La lista de investigaciones administrativas pendientes de resolución que siguen dando vueltas por las oficinas del inau es interminable. Muchas de ellas fueron a parar a algún cajón por el simple hecho de que afectaba a alguno de los funcionarios vinculados a la estructura de poder que desde hace lustros controla el Interj. Otras indagatorias lograron avanzar y terminaron en algún sumario, y algunas de ellas llegaron hasta la justicia. En esos expedientes pueden conocerse detalles de la vida cotidiana dentro de la Colonia Berro, cómo se movían quienes la controlaban (muchos de ellos siguen trabajando allí) y cómosufrían quienes no integraban ese grupo de funcionarios.
En un voluminoso expediente judicial que se acerca a las 400 fojas se encuentra el testimonio de un joven que intentó autoeliminarse dentro del hogar ser de la Berro. Allí el joven narra ante un grupo de la división jurídica del Iname que cuando existían problemas entre los internos no se podían quejar, porque enseguida los funcionarios les daban “los cinco. O sea, ibas a un rincón a pelearte, si ganabas recuperabas las cosas, y si perdías el otro te las iba a seguir sacando”. Y agrega: “El funcionario venía y decía ‘fulano te pidió los cinco’ y te sacaban de la habitación a pelear”.
Más adelante, el adolescente cuenta que luego de su intento de suicidio con una sábana dentro de la celda “me bajaron a palos. Dijeron que yo estaba de vivo. Me bajaron arrastrando y pegando patadas. Me llevaron al multiuso del nivel 2. Ahí me siguieron pegando, me sacaron toda la ropa y me dejaron en pelotas. Me encerraron en una pieza vacía, sin colchón ni nada. Ahí pasé toda la noche llorando y cagado de frío”. Cuando la funcionaria del Iname le preguntó si había narrado a alguien lo sucedido él respondió: “No, ahí te pueden matar y nadie se entera de nada. Después dicen que fue un gurí y ya está. Además, le piden cosas a tu familia para que ayudes y nunca ves las cosas”. La primera vez que el joven declaró sobre estos hechos fue poco tiempo después, en el hogar La Casona, ante su director, Daniel Ferreira. “Él me dijo que era confidencial, que le contara todos mis problemas, pero yo le mentí porque él siempre está con el gordo Bentancur, en el ser. Es lo más sorete que hay, le pega a los gurises, se roba las cosas.”
Otro de los expedientes que vinculan a los funcionarios de la Berro fue iniciado por una ex trabajadora que había ingresado el 1 de junio de 1998 como instructora en el hogar Piedras. “Al cabo de unos meses, concretamente entre marzo y agosto, ocurrieron hechos que a mi parecer eran graves, y me parecía que era mi obligación como funcionaria pública denunciarlos”, señala Alicia Madruga en su denuncia. Sostiene que recibió “insultos e improperios de todo tipo” por enseñar a leer a los adolescentes internados, y “fui víctima de discriminación por una razón de género, esto es por ser mujer, de color, y también de acoso sexual por parte de varios funcionarios con los cuales yo tuve muchas diferencias; a raíz de todo esto fui objeto de persecución”.
El relato de estos hechos fue realizado a la entonces directora del Iname Stella López con lujo de detalles, fechas y nombres de funcionarios involucrados. “El centro Piedras en ese momento no tenía un director, quien concurría y estaba por poco tiempo era el director Jorge Spaolonzi, quien conocía a los funcionarios que trabajaban en el Piedras, dado que muchos venían de Miguelete donde él era director”. Pero no sólo López escuchó estas denuncias, también lo hizo el director del Interj, Sergio Miglioratta, durante una visita casual que realizó a la Escuela Berro el 5 de setiembre de 2000. “Escuchó atentamente lo que yo decía, que era objeto de insultos respecto del director Pedro Sotelo, quien había sido chofer del profesor Sergio Miglioratta y él lo había designado como director con el aval del directorio.” Lejos de garantizar justicia, la insistencia de la funcionaria en denunciar la discriminación, el acoso y el destrato de los funcionarios terminó perjudicándola. Luego de sucesivos traslados dentro de la Berro por parte de Spaolonzi, el pasado 9 de febrero se le notificó que su contrato en carácter de funcionaria eventual no le sería renovado, y se le retuvo el salario correspondiente a enero de 2005. Los intentos por regularizar su situación ante la entonces directora Graciela Rompani y el director general Daniel Castillo tampoco tuvieron éxito.
A las preocupaciones del actual directorio del inau sobre las condiciones de los establecimientos de reclusión para adolescentes se suman las decenas de investigaciones que siguen sin resolverse en los cajones de las distintas oficinas de la institución. Para muchos de los técnicos que han dado un paso al costado en el Interj, la resolución de esos asuntos puede servir de ayuda para concretar el cambio del que tanto se habló. n
* La Comisión de Seguimiento del Sistema Carcelario Juvenil Uruguayo fue constituida en setiembre de 2004 y está integrada por representantes del Colegio de Abogados, la Defensoría de Oficio, la Asociación de Defensores de Oficio y ong vinculadas a la infancia y la adolescencia.
** Además plantea la necesidad de realizar concursos abiertos de funcionarios, la provisión de personal técnico para el trato con los adolescentes y el rediseño del modelo de actuación del sistema penal juvenil, con la participación de todos los actores estatales, ong y de los propios destinatarios: los y las adolescentes y sus familias.