Con Rodrigo Carlero
Nunca oyó hablar de Stanislawsky pero sabe que para hacer creíble la tristeza de un personaje puede transferirle la propia. Esta es la tercera obra teatral en la que participa y ya sostiene, con la única compañía de un brillante Héctor Spinelli, un espectáculo intimista que supera la hora de duración.* Rodrigo Carlero cumplió 13 años en setiembre de 2012 y está dispuesto a las seguras incógnitas de una formación actoral.
—¿Cómo nació esto de actuar?—Mi tío abuelo, hermano de mi abuela, es el director de teatro Eduardo Cervieri y me invitó a actuar en la obra Himmelweg, que dirigió. Después, un compañero de ahí me invitó a la obra A don José y después Estela Fernández Alamilla, directora de esta obra y compañera de trabajo de mi padre, me llamó.—¿Qué compañero de Himme...
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