Al igual que lo hiciera en 2023 con Las cartas del vidente/Le Bateau ivre/Une saison en enfer, Yaugurú publicó en 2024 otra obra de Arthur Rimbaud. Illuminations es la nueva apuesta del editor Gustavo Wojciechowski (Maca) por la poesía de los clásicos de la modernidad. Traducida al castellano por el escritor uruguayo Juan Carlos Mondragón, la obra propone la experiencia de trascender lo literario.
Para aquel que no conozca al autor, sería conveniente, quizás, comenzar por el final del libro: Mondragón relata en uno de los anexos los hechos que llevaron a la gestación de Illuminations. Escrito entre 1873 y 1875, y publicado en 1886 por la revista La Vogue sin la autorización del poeta, podemos advertir, al decir de Mondragón, «el incesante movimiento urbano del cual se alejará sin daño y descripciones que serán luego llamadas surrealistas…». Pero la historia detrás de la publicación de Illuminations comienza varios años antes. El altercado con su amante Paul Verlaine terminó para Rimbaud con una herida de bala en la mano, el 10 de julio de 1871. Dos años más tarde, en medio de otra disputa con Verlaine, el poeta comenzó «la obra de su vida», como la define Mondragón. Increíblemente, sería el propio Verlaine quien prologara la mencionada publicación de la obra, en la que Rimbaud no tuvo participación.
Sin embargo, lo que destaca el trabajo estilístico de Rimbaud es que, a pesar de haber abandonado la escritura a los 20 años, su literatura nos ofrece un viaje a través de una particular concepción del mundo. La naturaleza y las ciudades son descritas a través de imágenes abstractas, precursoras de la vanguardia surrealista que vendría varios años más tarde.
Cuarenta y tres composiciones poéticas en prosa y verso completan el libro que se inicia con «Après le Dèluge» («Después del Diluvio»). En ese primer texto se presenta un mundo regenerado después del caos y se entremezcla lo divino con lo terrenal: «Las misas y las primeras comuniones se celebraron en los cien mil altares de la catedral. Las caravanas partieron. Y el Splendide Hotel fue construido en el caos de los hielos y la noche del polo».
Illuminations es, ante todo, un desafío a las convenciones literarias. En lugar de estructuras narrativas lineales o versos regulares, Rimbaud opta por fragmentos cargados de imágenes oníricas que se condicen con su idea del Je est un autre («Yo es otro»), que permea toda la obra. El sujeto poético se disuelve y se reinventa para explorar los límites de su propia identidad.
Hay, además, dos poemas titulados «Villes» («Ciudades»), en los que se representan las visiones futuristas y fragmentadas de las ciudades modernas, llenas de movimiento y caos. Aquí, Rimbaud se anticipa a la poesía urbana del siglo XX, al igual que en «Métropolitain» («Metropolitano»),
en el que retrata un mundo urbano vibrante pero deshumanizado. La obra no solo refleja las inquietudes personales del autor, sino también su percepción de una época marcada por la transformación: «… jóvenes familias pobres que se alimentan en las fruterías. Nada de rico. ¡La ciudad!».
Rimbaud murió joven. Una infección en la pierna lo llevó a perderla, y en una carta a su hermana –que también está presente en esta edición– relata su dolor: «Si alguien en tal caso me consultara, yo le diría: usted ha llegado a este punto: pero no se deje amputar jamás. Hágase carnear, desgarrar, cortar en pedazos, pero no padezca que lo amputen». Personaje complejo, Yaugurú ha elegido recuperarlo. Vale la pena destacar ese trabajo, porque, aunque nadie duda del valor literario de Rimbaud, no deja de ser un riesgo apostar a su poesía.