Activo entre 1990 y 1993 en el Cordón de Montevideo, el Junta marcó a fuego a la cultura uruguaya por su carácter contracultural y su apuesta por la libertad creativa. Tal como grafica la gacetilla: «En un Montevideo todavía atravesado por las secuelas de la represión policial y la falta de lugares para manifestar ideas y cuerpos, Juntacadáveres fue un refugio vital. Allí se mezclaron la irreverencia artística y la experimentación, creando una comunidad que desafió las normas conservadoras de la posdictadura». Para su investigación, Diego Pérez Lema contó con colaboradores que fueron parte fundamental de aquella movida. Adriana Filgueiras –quien trabajaba detrás de la barra en Juntacadáveres, además de haber participado en la obra teatral Jarabe Blues– fue quien gestionó las entrevistas, l...
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