Una novela de chimentos - Semanario Brecha
Cultura Suscriptores

Una novela de chimentos

Frédéric Beigbeder no es un paparazzi, pero sí un chusma consumado: se ha permitido escribir una novela de chimentos a expensas de la misantropía o de la apremiante discreción de algunas de las personalidades más atractivas del siglo XX.

Oona y Salinger, de Frédéric Beigbeder. Anagrama, Barcelona, 2016. 291 págs.

No es que Frédéric Beigbeder (Neuilly-sur-Seine, 1965) sea un paparazzi, y mucho menos aun un paparazzi exitoso. De ser así, al menos las cartas que Oona O’Neill, hija de Eugene y viuda de Chaplin, dirigiera a J D Salinger hubieran conseguido salir de su escondite en Suiza para constar, extraordinarias, entre las bobas imaginaciones con que se ha tejido esta historia. Una suerte de contrapunto o cruce novelado entre varias vidas y cuya inspiración se confiesa a su vez de naturaleza autobiográfica. Beigbeder es conocido por unas cuantas novelas (dos de ellas distinguidas con los premios Interallié y Renaudot), y es el autor de ese gran éxito de ventas que se llamó 13,99 euros. Una vez cerrado el libro, desde la solapa su sonrisa algo tonta e impune convence sobre su parecido con lo que escr...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2005 Suscriptores
Los asentamientos en el último año de la administración de Lacalle

Lejos del cero

Edición 2005 Suscriptores
A pesar de los planes, la cuenca del Santa Lucía sigue en estado crítico

Como agua entre los dedos

Edición 2005 Suscriptores
Auge y caída del promotor de barrios privados Juan Balsa

Problemas de flotación

Edición 2005 Suscriptores
El Ministerio del Interior admite irregularidades policiales en los casos de Aguiar y Penadés

Contra las cuerdas

Edición 2005 Suscriptores
Con el exdirector de la Policía Nacional Mario Layera

«Volvimos al pasado»