El miércoles 15 de junio de 1983, desde la calle Gregorio Pomar al 3900, en la ciudad de Buenos Aires, salió un verdadero hit de la década. Ese lugar era la imprenta Vinci Hermanos, y fue una especie de parto luminoso, angelado. Ya las condiciones ambientales se habían dado para unir los elementos necesarios y la cosa fue un hecho. El nuevo niño –pequeño, casi de bolsillo– se llamó Canta Rock. Aunque sería inscripto formalmente en el mes de julio –ahí está fechado su número 1–, ese día estaba ya fabricadito y esperando.
En Argentina la dictadura militar estaba llegando a su final (el 30 de octubre se llevarían a cabo las elecciones que conducirían al triunfo del radical Raúl Alfonsín), pero el avispero musical joven venía sacudiéndose desde un tiempo antes. No solo en términos musicales, d...
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